La Fiscalía Nacional Económica (FNE) presentó recientemente un requerimiento ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) en contra de Delivery Hero —empresa matriz de PedidosYa— y Glovo, por un presunto acuerdo para repartirse el mercado en países como Chile, Perú, Ecuador y Egipto.
De acuerdo con la FNE, este pacto habría limitado la competencia en el sector de delivery, afectando directamente a los consumidores. Por ello, se solicita una multa cercana a los 74 millones de dólares: unos 55 millones para Delivery Hero y 19 millones para Glovo, siendo una de las sanciones más altas jamás solicitadas en este tipo de casos en Chile.
El foco del caso está en la salida de Glovo del mercado chileno en 2019. Según los antecedentes recabados por la Fiscalía, esta decisión no habría respondido a razones económicas, como inicialmente se argumentó, sino a presiones de PedidosYa. En concreto, Delivery Hero —que en ese momento tenía el 16% de participación en Glovo— habría condicionado su apoyo financiero a que Glovo se retirara de ciertos mercados, incluyendo Chile.
Este supuesto acuerdo, que se habría gestado en España, está siendo investigado por su posible impacto en la libre competencia local. La reducción en la cantidad de actores en el mercado habría significado menos opciones para los consumidores, precios menos competitivos y un servicio potencialmente inferior.
Según el abogado Nicolás García Lorca, experto en compliance y socio del estudio García Parot Abogados, la colusión se da cuando dos competidores directos se ponen de acuerdo para dejar de competir. “En este caso, Glovo y PedidosYa eran rivales en el mercado chileno, y la salida de uno de ellos dejó a los consumidores con menos alternativas, lo que puede afectar tanto los precios como la calidad del servicio”, explicó.
Actualmente, el proceso está en su fase inicial. Las empresas involucradas tienen un plazo de 30 días para presentar sus descargos. Mientras que la defensa de PedidosYa y Glovo insiste en que la salida fue por motivos económicos, antiguos ejecutivos de Glovo en Chile afirman lo contrario. De hecho, señalan que la decisión fue sorpresiva, considerando que la empresa había cerrado recientemente acuerdos con compañías relevantes como Oxxo y una cadena de restaurantes, lo que apuntaba a un futuro prometedor en el país.
Desde la FNE se ha destacado la importancia de actuar incluso cuando los acuerdos se generan fuera de las fronteras chilenas. Tal como lo expresó el abogado García Lorca, esta acción “envía una señal clara al mercado internacional”, recordando que las prácticas colusorias, sin importar dónde se originen, no serán toleradas si afectan al mercado nacional.
Por su parte, el Servicio Nacional del Consumidor (SERNAC) ya anticipó que, de comprobarse la colusión, exigirá compensaciones para los usuarios afectados. La Ley de Defensa de la Libre Competencia busca justamente evitar este tipo de conductas, para que el mercado funcione libremente y los consumidores puedan acceder a mejores precios y servicios.
Cabe destacar que la salida de Glovo se produjo justo antes del inicio de la pandemia, un momento en que el delivery se volvió un servicio esencial para millones de personas. Esto habría agravado aún más el impacto en los usuarios, al reducirse drásticamente la oferta disponible en un periodo clave.
